Sentado a la mesa de la cocina, repasa el
informe de dos hojas que le han hecho llegar a primera hora. De un día para
otro, la bolsa ha subido y lo que ayer valía 1 hoy vale 5. Así que, mientras
dormía plácidamente, un montón de ceros engrosaban, de nuevo, su cuenta
corriente.
Qué locura.
Moja otra vez la galleta dorada en la leche
tibia y repara en la pantalla de tv. Dale volumen, le pide a la sirvienta que
revisa las baldas de la nevera con lápiz y papel.
Si su hija lo viese desayunando en la
cocina, le reñiría. Con la cantidad de sitios bonitos que tiene la casa,
jardines y terrazas, salas y salitas, tienes que venir a desayunar en la
cocina. Papá…
Pero a él le gusta así. Leche con galletas,
o leche con miga de pan duro. Eso es lo que más le gusta. Al fin y al cabo,
todos esos metros cuadrados disponibles para él solo, algún privilegio tienen
que darle…
Hoy también hará sol, señor. Pero el señor
no escucha, la galleta dorada se disuelve en la leche y desciende al fondo del
vaso como un submarino. En la tv las noticias hablan de un tipo que se metió en
la cama el martes de carnaval y a las tres de la mañana despertó envuelto en
llamas. Las brasas de la chimenea. Tiene ochenta y muchos.
Su vecino, con idéntica edad, cuenta que
intentaron apagarlo, pero cuando vieron que no había nada que hacer, llamaron a
los bomberos. No hay mucho que salvar, las paredes de piedra y poco más. El
vecino dice que su amigo se ha quedado con lo puesto: unos calzoncillos.
La asistenta le ofrece un zumo recién exprimido,
pero el señor rehúsa. La aldea del suceso no está muy lejos de su casa.
Piensa en el hombre en calzoncillos, en lo
magnifico que sería levantarse un día por la mañana, tomarse un vaso de leche y
galletas, y prender fuego a todo. Como vino, se fue.
Cuando llegue su hora, ni si quiera unos
calzoncillos que le tapen las vergüenzas podrá llevarse.
Dobla un par de veces las dos hojas del
informe, esboza la forma de un avión, ajusta el batín granate y camina despacio
por la cocina hasta la puerta de servicio.
Va a ser verdad que hoy saldrá el sol.
Nota: La fotografía es obra de Chema Madoz
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