miércoles, 29 de mayo de 2013

Disney



El mundo está cambiando y ya nada volverá a ser lo mismo.

Mickey y Minnie se separaron hace tiempo, se les acabó el amor. De ella no se sabe nada, él sale todas las noches de fiesta en busca de la juventud perdida y el rastro dorado de los buenos tiempos. Regresa casi siempre al amanecer, solo, derrotado, cansado y un poco más viejo, a un apartamento triste donde malgasta horas y horas contemplando películas antiguas que nadie recupera del olvido más que de cuando en ciento…

A Donald lo despidieron del trabajo unos años antes de la jubilación. Ahora tiene Alhzeimer, o eso dicen, vive en un asilo para actores sin recursos donde cada martes, sin falta, Daisy va de visita…Ella tuvo mejor fortuna: se casó con un magnate petrolífero, tuvo hijos que se educaron en carísimos internados y de vez en cuando fue feliz. Conserva una hermosa figura y su marido jamás le pregunta por sus secretos…

En cuanto a los sobrinos, corrieron suertes dispares. Jaimito se marchó un buen día a recorrer mundo, antes llegaba alguna postal con media docena de líneas. Hoy nadie se interesa por el buzón. Jorgito decidió el camino científico, se convirtió en un reputado investigador de la física de partículas, vive en Alemania, su vida privada es una incógnita. Por último Juanito, que coqueteó con las drogas y pasó del trapicheo a pedir por las calles de una ciudad industrial de medio pelo. Todo cuanto recauda alimenta una tragaperras que un día de estos promete hacerle un buen regalo…

Goofy nunca superó el fin de los días de vino y rosas. Vive en una mansión de barrio bien, obsesionado con volver a hacer “cine del bueno”. No le conozco familia, no le reconozco amigos…

Sé que Pluto trabaja de guarda de seguridad en unos grandes almacenes…

Sí, el mundo está cambiando y ya nada volverá a ser lo mismo…

1 comentario:

  1. En un mundo de fantasía, la verdadera realidad es difícil de creer.

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