viernes, 30 de marzo de 2012

Sin Sentido




Con todos los ausentes en el corazón, A Javier Sicilia y su hijo Juanelo.


Se dice que nacemos de un sueño silencioso y que en el momento de morir nos adentramos en un apacible despertar. (Chuang Tse)


No me está permitido dormir a ratos, ni soñar despierto.

No me está permitido caminar seguido en linea recta.

No me está permitido olvidar las normas, ni recordar a los míos.

No me está permido más de cien pulsaciones por minuto ni menos de cincuenta.

No me está permitido llenar los pulmones de aire hasta que duelan.

No me está permitido escribirte, ni guardar nombres en la cabeza.

No me está permitido echar de menos o conjugar verbos.

No me está permitido levantar la cabeza al cielo o tumbarme sobre la hierba.

No me está permitido tener calor por dentro ni frío por fuera.

No me está permitido contar los días que faltan para verte.

No me está permitido, en definitiva, mirar a los ojos muchas veces, el viento en la cara siempre que pueda, el ruido del mar rayando en los oidos, el sabor del carmín de tus labios en mi boca por favor, el olor de la ropa recién lavada cada vez que te abrazo.

Es una vida sin-sentidos.

Y si al menos Tú supieses cuan poco tienes que hacer para que a cambio de nada te lo de todo.

jueves, 29 de marzo de 2012

Antonio



Hay detalles que te salvan la vida sin que tú repares en ello. Un libro finito, de dorso en tonos azul, puede, por ejemplo, convertir un erial aburrido en un verano dulce y apacible. Nadie te puede robar un paraiso conquistado con el corazón.
Recuerdo entre mis manos cientos de veces “Pequeños equívocos sin importancia”, como un viejo amigo con el que poder sentarse de cuando en cuando y recitar…y te acuerdas aquella vez que…
Después y antes estuvieron todos y cada uno de los libros de Antonio Tabucchi. Pero uno, aunque los quiere a todos por igual, siempre tiene en los ojos el reflejo del favorito.
Hoy, en el cementerio de Prazeres de Lisboa, Antonio Tabucchi, el amigo íntimo al que no pude conocer, vuelve a la tierra. Debió de pensar que se estaba haciendo cada vez más tarde y que una dama, a la que no se debe hacer esperar nunca, aguardaba por él en Porto Pim.
Desde esta azotea para dudar de todo y tod@s, quiero pensar que aun puede escuchar, alto y claro, Gracias y Buen Viaje.