Las grandes personas todavía tienen corazones de niño.
Allí estábamos: bajo la espalda la tierra, sobre el cuerpo el cielo raso.
Allí estábamos: bajo la espalda la tierra, sobre el cuerpo el cielo raso.
- ¿Ya sé que
quiero ser de mayor?
- Ah sí,
cuenta, ¿de qué se trata esta vez?
- Héroe.
- Ay hijo mío, para ser un buen héroe
se precisan cualidades bien dolorosas.
- ¿Qué cosas
son esas?
- Has de llorar
cada vez que digas la verdad, agachar la cabeza cuando no tengas razón, mirar a
los ojos siempre que te llamen por tu nombre, levantar del suelo todo cuanto se
caiga, hablar bajito cuando tengas cosas importantes que decir, mojarte cada
vez que llueva, creer a ciegas en las razones de un cualquiera...soñarás de
prestado, vivirás las vidas que nadie quiere...
- ¿Y que hay de
volar, de vestir capa, trajes ajustados y antifaz?
- Esos, hijo mío,
son los que esperan ser rescatados.
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